4.- ¿Pero realmente hay que ir tan lejos para ayudar a un niño?

Desde luego que no, en nuestra Asociación tenemos familias que acogen temporalmente a niños de nuestro propio país, privados de la tutela de los padres y aunque tengamos una Administración seria, eficaz y con recursos, los niños mas que derechos necesitan cuidado y cariño. Y esta es una activad humanitaria tan exigente como comprometida y desde luego diferente a la de acoger solo en periodo estival a niños extranjeros. Pero la generosidad admite diversas sensibilidades y ninguna de ellas debe ser cuestionada.

Los menores rusos que acogemos, son la parte mas débil e inocente de una sociedad que vive en una zona insalubre por las secuelas de la radiación, deprimida social y económicamente; a los que pretendemos ayudar en su desarrollo físico y social, nuestro programa de acogida se basa primordialmente en un proceso recuperativo de salud, nuestro principal objetivo es alargar la esperanza de vida de estos niños.