2.- El Niño no puede convertirse en el Rey de la casa:

No es bueno consentirle caprichos, ni colmarle de regalos, sobre todo al principio, al niño se le acoge sencillamente como un miembro mas de la familia, con sus derechos y obligaciones.

Es el niño quien debe de adaptarse a la familia y no al contrario, por lo que ningún plan o proyecto de la familia debe verse alterado por la llegada del niño, una acogida no son unas vacaciones pagadas en las que tengamos que servir a nadie, todo al contrario le invitamos a vivir con nosotros como uno mas, y por lo tanto ha de ajustarse al horario, las costumbres, etc.

Por ello al principio de la acogida, es importante establecer normas en casa claras a las que el niño tendrá que atenerse, se le indicarán de una en una, de forma serena y sin alzar la voz, de una manera suave y sin contradecirse, y por respeto a las constumbres rusas es conveniente además, asignarle responsabilidades, valorar su esfuerzo y facultades y recompensar sus acciones. No haga caso de los enfados, porque normalmente intentan ponernos a prueba como una forma de saber si le importamos.

No espere recibir en su casa a un angelito rubio super cariñoso. Es un niño/a acostumbrado a otros modales mas autoritarios y otras formas con mas disciplina en la educación, y debemos comenzar nuestra acogida a partir de ahi.